Seguramente es una de las frutas más asociadas al verano, consumida los meses de más calor y muy refrescante, ya que lleva mucho contenido de agua (más de un 90%).

Uno de los antioxidantes que contiene la sandía es el licopeno, que le da el color rojo (como al tomate o al pimiento rojo). Es un componente de la dieta que parece que conlleva un beneficio ante el riesgo de enfermedad cardiovascular y diversos tipos de cáncer. O sea, encima de buena y jugosa, también es preventiva.

Hay muchas variedades de cenáreas y de muchos colores y formas, más de 200, pero se consumen muy pocas variedades. ¿Y las que no tienen semillas? Pues son híbridas, no ha sido necesaria ingeniería genética.

Disfrute de la sandía en temporada, sobre todo durante esta ola de calor.

Fotografía: Jordi Sarola (Mercado de la Boquería).