El pepino, una hortaliza que gusta mucho o es odiada a muerte. Pero de las más producidas en el mundo, juntamente con otra top del verano: el tomate.
Parece que el origen es indio, y que fué exportada por los romanos como hortaliza de consumo y por sus propiedades medicinales. El pepino es refrescante, contiene abundante agua, fibras alimentarias, carotenos, clorofilas y minerales como el potasio.
Tradicionalmente se consume crudo en ensaladas, licuados o batidos, pero también pueden hacerse cremas o purés. Un paciente argentino fué quién me dijo que lo utilizaba en cremas calientes, de la misma manera que el calabacín. De hecho, hay una sopa de pepino polaca que se elabora con pepinos fermentados, la Ogorkowa.
Crema fría de pepino
Ingredientes (para 4 personas)
400 g de yogur natural entero
2 pepinos
1 manzana verde
1 cebolla tierna
Aceite de oliva virgen extra (3 cucharadas soperas)
1/2 cucharada de vinagre de manzana
Hojas de menta
Sal y pimienta
Elaboración
Lavar los pepinos, quitar las puntas y cortarlos; cortar la cebolla; pelar y quitar el corazón de la manzana, cortar a cuartos; lavar la menta y cortar; añadir todos estos ingredientes en la batidora, juntamente con una parte del aceite de oliva (reservar 1 cucharada sopera) y batir bien.
Añadir la sal y la pimienta al gusto, servir en un plato o bol y añadir un chorro de aceite de oliva.
¡Comed pepinos, que son muy saludables!
Fotografía: Jordi Sarola (Mercat de la Boquería).