La sandía es una de las frutas de verano que más gustan, jugosa y refrescante, nos hidrata y dota de moléculas antioxidantes.

Esta fruta proviene del antiguo Egipto faraónico, donde se cultivaba hace unos 5000 años. Es una fruta que tenemos en nuestro ADN colectivo.

Contiene una elevada proporción de agua y muy pocas calorías, el principal antioxidante es el licopeno y otros carotenoides. Algunas personas utilizan las semillas para hacerse infusiones, ya que llevan curcubocitrina, que tiene propiedades diuréticas.

Consumid sandía, es un producto estacional, local y que nos reporta beneficios para la salud.

Fotografía: Jordi Sarola (Hort de la Marta, Usall, Girona)